Mejor respuesta:
Resulta preocupante la mezcla de bebidas energéticas y alcohol, y en ocasiones con drogas, como han puesto de moda algunos jóvenes. Combinar alcohol y bebidas de estás está, por desgracia, a la orden del día cada fin de semana.
El alcohol es un neurodepresor y las bebidas energéticas son neuroestimulantes. La...
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Mejor respuesta: Resulta preocupante la mezcla de bebidas energéticas y alcohol, y en ocasiones con drogas, como han puesto de moda algunos jóvenes. Combinar alcohol y bebidas de estás está, por desgracia, a la orden del día cada fin de semana.
El alcohol es un neurodepresor y las bebidas energéticas son neuroestimulantes. La cafeína camufla el efecto del alcohol y así parece que no están tan borrachos como están. Pero el efecto del alcohol y sus niveles en sangre son los mismos que sin tomar la bebida energética. Se produce una falsa sensación de control y ahí está el peligro. Esta mezcla es absurda. Su único objetivo es lograr más resistencia al alcohol para aumentar el consumo”.
Esta mezcla de bebidas energéticas y alcohol puede provocar euforia, depresión, deshidratación, hipertemias, arritmias, taquicardias, broncoaspiración respiratoria por vómito incontrolado y, lo peor, parada cardiorespiratoria y la describe de manera muy gráfica Alfonso Morán, que se ha encontrado con casos de intoxicación en demasiadas ocasiones: “La sensación de sufrir muerte inminente es característica por la frecuencia cardiaca tan alta y la gran presión en el pecho, pues se siente que va a explotar. Generalmente nos requieren en accidentes de tráfico causados por conductores imprudentes bajo los efectos de esta combinación”.
Ya lo sabes, si decides tomar bebidas energéticas, hazlo con moderación y no las mezcles con alcohol, pues la mezcla produce una falsa sensación de control. Toma estas bebidas únicamente de manera ocasional, porque no son refrescos ni bebidas isotónicas.