¿Qué origen tuvo la vida?
LA TIERRA rebosa de vida. Se encuentra en tipos, tamaños y cantidades que desbordan la imaginación. En nuestro planeta pululan un millón de especies de insectos. Estas criaturas, incluido el hombre, conforman el panorama y la sinfonía que llamamos vida.
Pero más sorprendente que la agradable variedad que nos rodea es la profunda unidad manifiesta. Los bioquímicos, que estudian la composición de los seres vivos, explican que toda la vida, desde la ameba hasta el hombre, depende de una sorprendente interacción: el trabajo de equipo entre los ácidos nucleicos (ADN y ARN) y las moléculas de proteínas. Los intrincados procesos en los que intervienen estas sustancias tienen lugar en prácticamente todas las células de nuestro cuerpo, así como también en las células de los colibríes, los leones y las ballenas. Esta uniforme interacción da lugar a un hermoso mosaico vital. ¿Cómo se produjo esta armónica organización de la vida? Es más, ¿qué origen tuvo la vida?
Posiblemente aceptemos que la vida no ha existido siempre sobre la Tierra. Tanto la ciencia como muchos libros religiosos concuerdan con esta idea. Ahora bien, sabemos que estas dos disciplinas —la ciencia y la religión— difieren en la forma de explicar cómo empezó la vida en la Tierra.
Millones de personas de todos los niveles de educación creen que un Creador inteligente, el Diseñador original, produjo la vida en la Tierra. En cambio, muchos científicos dicen que la vida surgió de materia inanimada, paso químico a paso químico, sencillamente por casualidad. ¿Es lo uno o es lo otro?¿De dónde venimos?. Puede que hayamos notado que normalmente se intenta explicar el comienzo de la vida con generalizaciones como: “A lo largo de millones de años, la colisión fortuita de moléculas produjo de algún modo la vida”. Pero, ¿es satisfactoria esta explicación? Supondría que ante la presencia de energía solar, relámpagos o volcanes, la materia inanimada se puso en movimiento, se organizó y con el tiempo empezó a vivir, todo sin dirección. ¡Qué gran salto hubiera sido este! De materia inanimada a materia viva. ¿Pudo ocurrir así?Es fundamental para este drama explicar que la atmósfera primitiva de la Tierra era muy diferente de lo que es hoy. Una teoría sostiene que no había prácticamente oxígeno libre y que tres elementos, el nitrógeno, el hidrógeno y el carbono, formaron amoníaco y metano. Luego, cuando los rayos y la luz ultravioleta golpearon la atmósfera compuesta de estos gases y vapor de agua, se formaron azúcares y aminoácidos. No debe olvidarse, de todos modos, que se está hablando de una teoría. Según este drama teórico, las moléculas pasaron a los océanos u otras masas de agua. Con el tiempo, los azúcares, ácidos y otros compuestos se concentraron en un “caldo prebiótico” en el que los aminoácidos, por ejemplo, se combinaron para formar proteínas. Todo ello preparó supuestamente el escenario para el acto final del drama molecular.
Podría decirse que este último acto, que no está documentado, es una historia de amor. Las moléculas de proteína y las moléculas de ADN se encuentran por casualidad, se reconocen unas a otras y se abrazan. Finalmente, antes de que baje el telón, nace la primera célula viva. Si usted estuviera viendo este drama, quizá se preguntara: “¿Es esto realidad, o ficción? ¿Pudo originarse de este modo la vida en la Tierra?” A principios de los años cincuenta los científicos se dispusieron a comprobar la teoría de Alexandr Oparin. Era un hecho incuestionado que la vida procedía solo de la vida. Ahora bien, los científicos teorizaron que si las condiciones del pasado hubieran sido diferentes, la vida podría haber surgido lentamente de la no vida. ¿Era demostrable esta teoría? En el laboratorio de Harold Urey, el científico Stanley L. Miller tomó hidrógeno, amoníaco, metano y vapor de agua (suponiendo que esta era la composición de la atmósfera primigenia), los selló en un matraz en cuyo fondo había agua hirviendo (como si fuera el océano), y sometió la mezcla a descargas eléctricas (a modo de rayos). Al cabo de una semana se detectaron rastros de una sustancia viscosa y rojiza. Al analizarla, Miller descubrió que contenía muchos aminoácidos: los componentes de las proteínas. Posiblemente sepa de este experimento, pues se ha incluido por años en los libros de texto y en cursos escolares como explicación del origen de la vida en la Tierra. Pero ¿lo explica?
Hoy se cuestiona seriamente la validez del experimento de Miller. No obstante, este éxito aparente condujo a la realización de otros experimentos que hasta produjeron componentes que se hallan en los ácidos nucleicos (ADN o ARN). Y un escritor sobre temas científicos observó: “Los entendidos no tardaron en pronosticar que los científicos, igual que el Dr. Frankenstein de Mary Shelley, pronto crearían organismos vivos en sus laboratorios, y se podría desentrañar el origen de la vida con todo lujo de detalle”. Muchos pensaron que el misterio del origen espontáneo de
Fuente(s):
Libro: "Existe un creador que se interese por nosotros? (Editado por los Testigos de Jehovà ) jcalvarado07@hotmail.com